Ken Shuttleworth, socio del Estudio Foster, construyó en Wiltshire una casa de campo para sí y su familia. Diseñada a partir de un trazado a base de arcos, al verla desde la vía de acceso, esta casa brinda un aspecto reservado y fortificado. Pero se despliega hacia el jardín con un gesto grandioso: 36 metros es lo que mide la pared curva de cristal - y el local parece explotar hacia el extenso paisaje según las mismas palabras del arquitecto. El espacio continuo que da hacia el jardín alberga todas las actividades de la familia, desde la cocina, en uno de los extremos, se pasa por el área para comer, las butacas al lado de la chimenea y se llega hasta el espacio donde juegan los niños. Al otro lado del pasillo están agrupados el baño y los dormitorios. La entrada se oculta entre los arcos murales salientes. Toda la iluminación ha sido proyectada e instalada por la firma Erco.
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