De mayores no solemos jugar del mismo modo que cuando éramos niños, pero adaptando la idea a la edad, el hecho de construir puede seguir siendo divertido y aún encima útil, si lo aplicamos a algo como por ejemplo, componer una estantería para nuestra casa o para nuestro local comercial. La cuestión es tan sencilla como comprar las piezas sueltas, pequeños módulos cuadrados que se puedan encajar entre sí, debemos elegir el número de piezas de que queremos disponer, en función de las dimensiones del espacio en el que vayamos a ubicar la estantería y también el color, dependiendo de como esté decorado el espacio. Una vez que tenemos las piezas ya podemos comenzar el juego y crear la composición de nuestro gusto, horizontal, vertical, en escalera, cuadrada y en cualquier otro formato que se nos ocurra, con la ventaja de que si no nos gusta como queda, pues la deshacemos y volvemos a empezar y así tantas veces como queramos, este tipo de piezas se pueden conseguir por ejemplo en Baleri Italia.
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