Este lugar, sin duda, se convirtió en uno de mis favoritos, Campo dei Fiori, donde la tradición peninsular del buen comer encuentra su santuario en este restaurante ambientado como los mejores de Italia. Cómodo y acogedor, combina equilibradamente en su cocina el uso de los condimentos con las preferencias del público cosmopolita. Pastas caseras en su punto justo, acompañadas de salsas clásicas y novedosas, además de las innovadoras del chef. Antipastos irresistibles. Carnes diversas, y una excelente carta de vinos para acompañar cualquier elección del menú. Aquí nos deleitamos, en un grato ambiente y donde la cuidadosa, pero a la vez simple decoración, exalta en forma casi perfecta el placer de comer. Además, una de las cosas más agradables son sus buenos precios. Pese a ser un restaurant de alta gastronomía, sus valores están muy bien proporcionados. Totalmente recomendable, y un imperdible de Buenos Aires.
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