El sueño de muchos niños, y de los no tanto también, son las zonas ocultas, mágicas, secretas. En esta ocasión veremos unas particulares puertas de corredera, que simulan ser muros, y logran muy bien su cometido.
La idea es extremadamente sencilla, pero permite que sitios, en donde se estila tener pocas estanterías, o simplemente se desea tener un espacio minimalista, puedan ser reordenados de modo tal que luzcan limpios y sobre todo fáciles de transitar.
Un ejemplo claro puede ser una sala de reuniones en la oficina, ya sea en su casa o no. Generalmente solo cuenta con mesa, sillas y un proyector. Pero si se colocan estas puertas, se puede emular una pared y detrás aprovechar para almacenar muchas cosas de interés.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario