De alguna manera, la escasa luz solar que hay durante varios meses del año incide en el estado de ánimo de sus habitantes y así es como abundan los casos de depresión, fatiga, etc, un síndrome bautizado como SAD (desorden afectivo estacionario). Gracias a los nuevos desarrollos esta problemática hoy encuentra una solución al alcance de la mano de la mano de la Liquid Sunshine, una ducha que recurre a la luz como terapia. El artefacto en cuestión cuenta con un sistema de LEDs azules que garantizan un ambiente cálido y calmo que mejora el estado de ánimo si se realiza el tratamiento en sesiones de entre 30 y 60 minutos o bien más cortas de entre 10 y 15 minutos. La ducha ha sido pensada para mejorar la salud física y emocional y utiliza la presión del agua para activar las luces.
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