ESTILO KITSCH - Odiado y amado


"Kitsch” es un término que procede del alemán, y en su origen se refiere a algo estridente o de mal gusto. Con el paso de los años y su aceptación en todos los idiomas, su significado se ha suavizado; se refiere a un estilo decorativo o de moda que acentúa los colores chillones y llamativos. En el mundo del arte, se considera kitsch todo aquello que pretende ser una obra sin pasar de ser un objeto banal.



Cuando hablamos de kitsch en la decoración de interiores, nos estamos refiriendo a un estilo que enfatiza, como hemos comentado, las tonalidades muy fuertes. Muchas veces se utilizan colores que contrastan entre sí, o que no quedan bien a simple vista en conjunción. En suma, lo que el kitsch pretende no es otra cosa que exagerar el arte pop y urbano. Parte del rechazo a la tradición y lleva esta idea al extremo. Sin embargo, aunque explicado de esta manera puede parecer un estilo desagradable, si lo empleamos adecuadamente podemos convertir nuestro hogar en un lugar plagado de colorido, donde cada rincón se diferencie del resto.
Para conseguir un efecto kitsch tenemos que fijarnos fundamentalmente en los colores rojos, violetas y todas sus variantes. En cuanto a los materiales, los muebles y demás objetos decorativos suelen estar fabricados con elementos creados por la mano del hombre; así, un hogar kitsch tendrá gran profusión de figuras hechas en plásticocerámica papel. Por otro lado, también solemos encontrar motivos derivados de las tendencias vintage o retro, es decir, las que regresan al tiempo de los setenta u ochenta con voluntad nostálgica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es un estilo de aquellos de museo, solo para mirarlo con distancia.